¿Realmente Amor?

Su nombre no lo dire, pero si hablare de su mirada, era bella y reflejaba un profunda tristeza y dolor, de sus labios salia su nombre y en su expresion todavia habia un ligero aire de esperanza e ilusion. Ella estaba debastada, su animo no podia estar mas abajo y sus manos se mostraban ansiosas, articulaba palabras entrecortadas por el llanto...no se atrevia a quejarse de él y en ocasiones, lo defendia y casi siempre podía darle la razon, sin embargo dentro de su alma tambien sabia que estaba mal, pero se preguntaba una y otra vez con deseperacion ¿él me ama? y aunque su corazon le decia con dolor que no era asi, se aferrba a sus palabras dulces que calamban la amargura del trago anterior...sin embargo con un nudo en la garganta pero con firmeza se decia -yo si, yo si lo amo- ....despues dudó por un momento, pero entonces no se explicaba el porque habia soprotado todo lo ocurrido hasta este momento si no fuese el amor el motivo...al fin lo dijo- No puedo salvar este amor, ¡no puedo!- lloro, con esos llantos que desgarran el alma, pero lo sabia, realmente lo sabia, no podia hacer nada más, y entre la sangre que cubria sus ojos podia ver que ese amor la destruiria- En ocasiones siento que puedo morir por este amor- se decía asi misma y no había que dudarlo, asi sería, no había mas caminos, ya no.

Ese ella había entendido que dificilmente tendría que decidir entre su amor hacia él o su propio amor, despues de esa decisión se sabría, la vida o la muerte, a la que ya habia visto la noche anterior entre los gritos y el dolor. Se levanto, su mirada tenia determinación - No más, ya es suficiente, no más- salieron lagrimas de sus ojos, y aun asi la esperanza estaba intacta, ella aun lo amaba, ese era amor, realmente amor, asi lo sentía pero tambien sabía dolorosamente que sería su fin.

¿Has tocado el dolor? ¿Has visto la cara del amor sufriendo? ¿Podrías pararlo?...Ese día tambien vi la fuerza del alma, buscando arrebatarle a la vida la felicidad, buscando salir y respirar, la fuerza de la vida, esa fuerza latente que la impulsaba a continuar, la fuerza en su mirada.