
Iba al trabajo como todos los día y ya tenia varios meses de conocerlo, para ser exacta, once, lo veía diariamente, en ocasiones indiferente y en otras lo notaba…un día llego, se sentó frente a mi y dijo un montón de tonterías, fue así que comenzó a existir, se fue quedando en mi memoria y después de unos dos o tres mensajes en el celular, lo comencé a pensar…uff a beber, a comer y bueno no lo soñé pero poco falto. Salimos en alguna ocasión y nos conocimos como un uno porciento el uno al otro, platicas triviales, chistes y chismes, nada significativo para el amor o por lo menos eso parecía. Fueron dos semanas de cruzar palabras, reírnos un poco, ningún acercamiento físico, nada más que eso (algo que lamento pues me hubiese gustado besarlo)…y para los que querían leer un final intenso y de novela… ¡No lo hay! ¡No hay más! Así es esta historia o bueno fragmento de historia, todo fue efímero, fugaz, superficial y de una simplicidad aterradora!!! Pero eso fue amor, lo sigo pensando, comiendo, escuchando, esperando y elaborando en mi mente los borradores del final perfecto, pero así es el amor en ocasiones ni tan intenso, ni tan profundo, ni tan romántico, pero finalmente y a veces realmente amor.
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